Era lunes por la tarde, y como siempre, el tráfico en la Vía Expresa de Paseo de la República estaba insoportable. Me bajé del Metropolitano en la estación Angamos porque me dolía la cabeza y necesitaba tomar aire. Me senté en una banca frente a una juguería y abrí el celular. Mientras revisaba las notificaciones, vi un mensaje de un grupo de WhatsApp: “Ya probaste la nueva Jugabet app? 10 soles de regalo por solo registrarte”. Entré sin muchas expectativas.

El registro fue directo: nombre, número de DNI, celular y correo. En tres minutos ya tenía mi cuenta activa y S/10 de saldo promocional. Entré a la sección de deportes en vivo y aposté en un partido sub-20 entre Alianza Lima y Sport Boys. Cuota 3.20 al empate. En el minuto 87, Sport Boys metió el 2-2… y mi saldo subió a S/32. Con eso hice dos apuestas más pequeñas esa misma tarde, y terminé con un total de S/106.80.

¿Y para cobrar? Más simple de lo que creía

Validé mi cuenta enviando una foto de mi DNI y un recibo de agua de Sedapal. En menos de 40 minutos, me llegó el correo de confirmación. Hice el retiro por Yape a mi número registrado. A la mañana siguiente, exactamente a las 09:14 a.m., ya tenía el dinero disponible en mi billetera móvil. Sin comisiones, sin llamadas, sin líos.

¿Qué hice con la plata?

• Almuerzo con mi flaca en Miraflores: S/48

• Rellené mi tarjeta del Metropolitano: S/20

• Compré una mochila para la U: S/36

• Me sobró: S/2.80 (lo guardé en Yape ????)

La app era muy intuitiva. Tenía diseño moderno, odds actualizadas, y lo mejor: no me pidió cargar fondos para probarla. Todo estaba en español latinoamericano, sin traducciones raras. El soporte respondió rápido cuando pregunté si podía retirar usando Plin (spoiler: aún no, pero están en proceso).

Mis reglas al usar apps de apuestas

1. Solo uso bonos sin depósito o promociones de registro

2. Cuando paso de S/100, retiro y no sigo jugando ese día

3. Nunca uso dinero de mis gastos fijos — si no es extra, no se toca

No soy jugador habitual, pero me gusta experimentar con promociones inteligentes. Esta vez, fue cuestión de estar en el lugar adecuado y leer el mensaje correcto. No gané una fortuna, pero fue dinero real ganado sin invertir ni un sol.